Video - La Batalla de los Dioses: Poseidón vs Atenea
Cansado de su reino en el mar y de sus innumerables aventuras, Poseidón decidió explorar una ciudad animada. "¿Cómo serán las mujeres en tierra?", pensó con curiosidad mientras se dirigía a la ciudad. Al llegar, Atenea lo confrontó: "¿Qué haces aquí, Poseidón?" "Quiero ser el protector de esta ciudad", respondió él con firmeza. Pero Atenea, con igual determinación, replicó: "De ninguna manera, este lugar me pertenece." Ambos, reconociendo la fuerza del otro, acordaron dejar que la gente decidiera quién sería su dios. Poseidón, con un gesto dramático, golpeó el suelo con su tridente e hizo brotar una fuente. Sin embargo, el agua era tan salada como las palomitas de cine, completamente imbebible. Atenea, serena y confiada, les ofreció un olivo con un suave movimiento de su mano. No era solo un árbol: era una fuente inagotable de alimento, aceite y madera. La multitud enloqueció. Atenea, con su valioso regalo, fue declarada vencedora y se convirtió en la patrona amada de la ciudad.